18|06|2018

A una argentina le clonaron la tarjeta de crédito en Brasil

El 30 de Octubre del 2017, Griselda Siguen compró unos lentes en el Shopping Barra, en Barra de Tijuana. Parecía una simple compra de vacaciones, sin embargo en esa compra le clonaron la tarjeta de crédito. Los criminales utilizaron un sofisticado método que saltea la seguridad del chip. Aun así, ni el banco emisor ni la empresa financiera reconocieron los gastos que le ocasionaron los ciberdelincuentes al realizar transacciones por US$ 800. Luego de cuatro audiencias de mediación, el banco y la empresa que procesa los datos de la tarjeta de crédito adujeron que es imposible vulnerar una tarjeta con chip.

“Me presenté en el Banco Francés, emisor de mi tarjeta Mastercard, en la sucursal 120 de Villa Urquiza, en CABA, donde me dicen todo lo que tengo que hacer para reclamar lo que me robaron”, explicó “Me piden que presente una copia del formulario 12 y me dicen que después ellos se iban a comunicar con la parte legal para obtener la información de qué es lo que había sucedido con mi tarjeta”, aseveró. “Tuve la mala suerte que el CGP no citó a Mastercard sino a otra empresa, y en la segunda audiencia se presentó la asesora legal del Banco Francés, quien dijo que no sabía de esa audiencia por lo que no podía darme respuesta a mi inquietud”, acotó.

Tras esta audiencia, Siguen se presentó en el COPREC , el Sistema de Relación de Conflictos en las Relaciones de Consumo, “pero se cerró la audiencia porque el Banco Francés no se presentó, mientras que First Data, la empresa procesadora de datos de Mastercard, no tiene mayor información, y me dijeron que como el chip de la tarjeta es algo inviolable, nada podían hacer”.

Los hackers adaptaron un malware de punto de venta (POS) ya existente llamado Prilex para convertir los datos robados de la tarjeta de crédito en tarjetas de plástico funcionales. Los investigadores de virus informáticos de Kaspersky Lab, descubrieron que el malware Prilex, ha evolucionado para apuntar a las medidas de seguridad más recientes creadas por bancos y compañías de tarjetas de crédito.

Frente a este escenario, la prevención depende de los locales y quienes administran los sistemas POS. Por ahora, el usuario está indefenso ante la situación y la única forma de prevenirlo es no pagar con la tarjeta.

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